En el pasado, hubiéramos dejado de llevar 'piedras' en la mochila cuando íbamos al colegio y que tanto ha afectado a nuestra columna. Porque con un plan telepático nos hubiéramos ahorrado en cuadernos, libros y útiles para escribir.
Sería interesante pensar la perspectiva que la telepatía ofrece para nuestras vidas. Así, habríamos entendido sin ningún problema los problemas complejos de las matemáticas, o el del lenguaje y las fallas ortográficas.
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UNO: ¿Pero está chistosito Abel?
DOS: ¿Por qué lo dices?
UNO: Éste señala, entre líneas, que no habría errores ortográficos si todos aprendiéramos a comunicarnos por telepatía...
DOS: ¡¡¡Vaya cantamañanas!!!
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Todos habríamos sacado 20 y sin necesidad de plagiar. Aunque una vez que nos entrenemos más y más en la telepatía, el plagio con papelitos ya sería un completo absurdo. Cada exámen sería una suerte de messenger conectado pasándose las respuesta de cada pregunta. Siempre y cuando no lo "escuche mentalmente" el profesor, claro está.
Habríamos asimilado sin ningún problema las complejas teorías de la semiótica, la filosofía, y también, por qué no, asimilar el estilo de redacción de cada profesor al momento de redactar una nota informativa, en el caso de que se estudie ciencias de la comunicación. Para otras carreras, los cursos más peliagudos.
(Una parejita viendo y comunicándose por telepatía
algo de sumo interés para los dos.)
Con una mente entrenada en telepatía, ya no habría incluso motivo alguno para ir a clases: se podría escuchar desde la comodidad de la cama las clases del día, mientras que lidiamos con la condenada gripe. Porque no olvidemos que telepatía también se da a distancia, manteniendo enlace de comunicación con la fuente a la que nos remitimos. Incluso meternos en la mente del que chanca más en el salón, y empezar a "robarle" sus conocimientos, por mera flojera de agarrar un libro y leer.
Pero también sería un caos ante tanta maravilla. Ya no podríamos chismear de tal o cual ersona, porque la persona motivo del chisme o raje, también se concentraría telepáticamente en seguir la conversacion mental entre los chismosos.
Tampoco habría la gratuidad de mentar la madre al profe ante una nota desaprobatoria. Y mucho menos inventar una excusa o una mentira, puesto que telepáticamente podrían asegurarse que lo que decimos sea falso.
Así las cosas, un Plan Telepatía en reemplazo del Plan Lector resultaría, ya visto los problemas hipotéticos que surgirían de aplicarse, un total fiasco.
(Nótese que estos niños, aparte de hablar, se comunican por la mente.)
(Intervención al dibujo hecho por un niño de 5 años.)
Hasta el próximo post que viene.
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